Un año del Covid-19, lecciones aprendidas hasta el momento…………

Fuente principal: Dra. Nadya Zhexembayeva @Nadya Zhexembay Editado por: Karla Carrasco

LECCIÓN # 1: La vida es más frágil de lo que estamos dispuestos a admitir. Lo que consideramos sólido, seguro e inquebrantable puede desaparecer en una fracción de segundo. Y eso es exactamente lo que hace que valga la pena vivirlo. ¡Ahora!.

Aquí se hace referencia al dicho de que nada es para siempre y que todas las situaciones de nuestra vida son momentáneas, y eso es lo que enriquece las experiencias. Ningún momento se vuelve a repetir, lo cual le otorga más valor, sería totalmente aburrido y sin sentido una existencia sempiterna, sin poder disfrutar las sensaciones que nos brinda esta existencia finita.

LECCIÓN # 2: Lo de siempre está sobrevalorado. Lo normal no era lo suficientemente bueno. Nos merecemos una nueva normalidad.

Las personas prefieren ser relativamente normales para poder encajar en la sociedad y ser aceptados. Cuando la realidad es que los triunfadores y las personas que lograron cambiar al mundo eran fuera de lo común. Todos deberían preferir sobresalir del montón a ser igual, solo para encajar y ser aceptado.

LECCIÓN # 3: Para avanzar, a veces necesitamos una patada en el trasero masiva. Muchos de nosotros hemos estado hablando de pasar a lo digital, o introducir tiempo flexible en el trabajo o reducir los viajes que emiten CO2, pero no hizo falta un CEO atrevido o un consultor visionario para mover las cosas. Fue el COVID-19.

Todas las ideas revolucionarias necesitan un gran motivante para poder ponerse en práctica, o quedarán solo plasmadas en papel. Deberías evolucionar como sociedad y no esperar a un gran impulso externo, sino poner en marcha los proyectos e ideas que sabemos cambiaran el mundo para mejor.

LECCIÓN # 4: A veces tenemos que permitirnos sentir todos los sentimientos. Aprecia la ira. Honra nuestro miedo. Llora lo que hay que llorar.

No es sano reprimir nuestras emociones, porque son parte de nosotros, son lo que nos define como personas. Una persona que es incapaz de sentir tristeza, ira o miedo es alguien sin alma, ya que las emociones son lo que nos distingue de las demás criaturas, además de que la única forma de poder controlar bien nuestras emociones, es expresarlas naturalmente para así canalizarlas.

LECCIÓN # 5: La mayoría de los días, Zoom es una bendición. Pero algunos días, simplemente tenemos que fingir que tenemos problemas de conexión y mantener esa cámara apagada. Cuidar de sí mismo no es sólo un derecho, es una responsabilidad sagrada.

A pesar de que las redes nos conectan con cualquier persona en tiempo real, a veces necesitamos tiempo a solas, es de suma importancia darnos un tiempo lejos del abrumador control de las redes sociales para que no controlen nuestra vida.

LECCIÓN # 6: «No sé» es la nueva señal de profesionalismo, experiencia y verdadero liderazgo. En tiempos de extrema incertidumbre y volatilidad, nadie lo sabe. Pero cuando pretendemos que lo hacemos, nos volvemos peligrosos. «No sé» te permite estar abierto a aprender algo nuevo. «No sé» libera la enorme energía necesaria para mantener una máscara de falsa confianza. «No sé» permite que otros también exhalen y comiencen a buscar soluciones. Juntos.

Nadie es perfecto y lo sabe todo, siempre se puede aprender algo nuevo cada día, nadie tiene todas las respuestas, incluso la persona menos esperada puede enseñarnos una lección inconscientemente. Por ello es importante que cuando tengamos dudas sobre algo, hay que hacerlo notar, siempre habrá alguien que con mucho gusto querrá brindarnos parte de su conocimiento.

LECCIÓN # 7: Al final, todo es binario. Todo vuelve a una de dos cosas: amor o miedo. Al igual que la combinación de 0s y 1s en la programación. Cada reunión, cada producto, cada proceso, cada relación es una larga cadena de decisiones impulsadas por el miedo o el amor. Excelencia, profesionalismo, cuidado, cooperación son todas formas de amor. La codicia, la política corporativa, el pensamiento a corto plazo, la ira son todas formas de miedo. Por lo tanto, es hora de elegir con más cuidado cuál de los dos impulsará su próxima decisión.

A las personas que realizan sus actividades con codicia y egoísmo, tarde o temprano reciben lo que merecen, a eso se le conoce como karma, si obras con amor sin hacerle daño a nadie, todo tu esfuerzo será retribuido y las recompensas serán mejores y mucho más gratificantes que de cualquier otra forma. Así que hay que elegir sabiamente que camino vamos a tomar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *